REFLEXIONES
GESTIONAR LA SALUD MENTAL CON OTRAS
(Noviembre de 2023)
En la inauguración de La Periférica 2, hicimos a nuestras invitadas una pregunta:
¿A qué sentimiento te gustaría que se escuchase en 2023?
Los más escogidos fueron la Ilusión, el Relax y la Soledad.
Al sentarnos a darle vueltas nos surgieron algunas reflexiones que nos ha apetecido compartir, y así poner nuestro granito de arena para dar más espacio a estas emociones.
Parece que estamos experimentando algunos cambios como sociedad que nos hacen más vulnerables frente a los problemas de salud mental. Reflexionando sobre algunos de los muchos factores que pueden estar influyendo, tenemos la sensación que los acontecimientos de los últimos años nos han dejado un poso de falta de esperanza, la sensación de que pueden suceder de repente cosas que amenacen la estabilidad que tenemos, nuestros proyectos vitales y colectivos; parece que tenemos una incertidumbre grande que nos pesa y que dificulta el ilusionarnos con el futuro o lo que está por venir.
Por otro lado, hay una sobreestimulación de los sentidos a través de las pantallas y las redes sociales, que también nos pueden hacer sentir exigidas al mostrarnos mil y un planes de ocio, formaciones, viajes; múltiples maneras de aprovechar más nuestro presente, de cuidar más nuestra salud, de mejorar también la gestión de nuestras emociones...Todo ello, además, de una manera parcelada, individualista y poco integrada con nuestro contexto. Las nuevas generaciones se están desarrollando en un mundo lleno de relaciones abundantes, superficiales, no tangibles, que vienen y van; de hecho, observamos en la consulta que muchas y muchos adolescentes traen con frecuencia el tema de la soledad y el vacío.
Pero además, las maneras de manejar nuestro malestar están encontrando muchas trabas por desarrollarse en un universo cada vez más digitalizado. La necesidad que tenemos de salir de la vorágine del día a día y frenar, se canaliza con frecuencia en estos mismos espacios virtuales: “desconectamos” mirando videos o las redes sociales, evitamos desplazamientos con el teletrabajo, con la generalización de la compra online, así como de formaciones u otros servicios, etc.
Estas posibilidades, a priori, podrían darnos más tiempo y desahogo, pero la realidad es que nos alejan de nuestro entorno, de las personas que tenemos cerca (estamos muy solas estando muy conectadas), y de nuestras propias sensaciones corporales, percepciones, del movimiento… factores que juegan un papel fundamental en la regulación emocional. Por otro lado, alimentan la sensación de que podemos seguir haciendo más cosas, por lo que la vorágine no para y tenemos más dificultad para poner el límite.
Necesitamos alimentar la ilusión a través de experiencias más cercanas a nosotras mismas, quitando algo de espacio a todos esos universos virtuales que no conseguimos alcanzar. Somos más capaces de conectar con el deseo si está mas alejado del ideal y mas acercado a nosotras, a nuestro entorno y a nuestra gente. Y quizás a la hora de poner los límites que necesitamos para relajarnos, en vez de ponérselo a los encuentros presenciales, sería más importante ponérselo a tantas experiencias virtuales, poco significativas, desconectadas del cuerpo y que nunca acaban. Tal vez así podamos sentirnos más conectadas con nosotras mismas, recuperar lo comunitario como elemento de sostén, y sentirnos menos solas.
Por eso este curso queremos acercar un poco la presencialidad al espacio virtual, aportando relatos que, de forma breve, nos traigan experiencias en las cuales nuestro entorno social, nuestras amistades, familiares, personas allegadas, o no tan allegadas, hayan contribuido a nuestro bienestar y a gestionar nuestras emociones.
Estamos encantadas de escuchar también tus experiencias, si te apetece compartirlas con nosotras.